¿Alguna vez se ha preguntado por qué los seres humanos tendemos a enfermarnos de gripe cuando hace frío?
Un equipo de científicos en Estados Unidos afirma que ha encontrado la respuesta. Los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud descubrieron que los virus se cubren de un material graso que se endurece como un gel protegiéndolos en el frío. Este recubrimiento, explican, se derrite en las temperaturas más altas del tracto respiratorio, lo que permite que el virus infecte a las células.Los científicos esperan que su estudio, publicado en la revista especializada Nature Chemical Biology conduzca a nuevos tratamientos."Es una información magnífica y esperamos que se pueda confirmar" dijo a BBC Ciencia el doctor Luis Fidel Avendaño, del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile."Porque siempre la incógnita ha sido por qué a pesar de la globalización, los viajes y el contacto de la gente del hemisferio norte y sur, el virus de influenza se restringe a ciertas épocas en distintas partes del mundo", agrega el experto.
Protección
Según los investigadores, la resistente capa elástica alrededor del virus que se forma en temperaturas frías le ofrece la protección que se necesita para pasar de persona a persona.
Este recubrimiento es tan robusto que incluso puede resistir ciertos detergentes. Pero una vez dentro del huésped, el virus sólo puede infectar a la célula cuando el recubrimiento se ha derretido.
Este estado líquido no es suficientemente resistente para proteger al virus, de manera que si la capa protectora se derrite cuando el virus está fuera del huésped, éste muere. Los científicos creen que este hallazgo abrirá nuevas líneas de investigación para combatir los brotes de gripe invernal. Entendiendo cómo el virus se protege a sí mismo para poder propagarse de persona a persona -señalan-, se podrá estudiar la forma de interferir con ese mecanismo protector. "Las epidemias de gripe a menudo ocurren en la época cuando entran los colegios a clase que es cuando hay un mayor contacto y una actividad intensa", afirma el doctor Avendaño. "Pero en el verano o períodos de vacaciones no prenden las epidemias, por eso tendemos a echar la culpa al huésped". "Con este estudio, sin embargo, entendemos que el virus se hace más o menos susceptible al medio ambiente, lo cual es un dato muy importante", agrega el experto.
Temperatura
En el estudio los investigadores utilizaron una sofisticada técnica de resonancia magnética. Con ésta lograron identificar las características detalladas de la forma como las membranas exteriores del virus responden a las variaciones de temperatura. Las membrana exterior del virus está compuesta principalmente de moléculas, llamadas lípidos, que son aceites, grasas y colesterol. Descubrieron que a temperaturas ligeramente sobre el nivel de congelamiento, este recubrimiento lípido se solidifica en un gel. Sin embargo, a medida que las temperaturas se acercan a los 15,6 grados centígrados, el recubrimiento se derrite gradualmente hasta convertirse en una mezcla líquida espesa.
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