Se ha detectado una explosión cósmica que procede de un lugar en que parece no haber nada y que está a miles de años-luz hasta la galaxia más cercana. Este estallido en el vacío galáctico es sorprendente, porque el tipo de explosión, un GRB de larga duración, se supone asociado a la muerte de una estrella masiva. Brad Cenko, investigador del Caltech, Pasadena (California, EEUU) comenta lo extraño de encontrarse con una brillante explosión rodeada de la nada por todas partes: «La galaxia más cercana se encuentra a 88 000 años-luz y apenas existe gas en el espacio entre el lugar de la explosión y la Tierra». Los astrónomos descubrieron desde el observatorio Palomar, en California, que la explosión produjo un intenso brillo remanente en luz visible que disminuyó velozmente, con lo cual para observar esta luminosidad en más detalle recurrieron a dos de los mas potentes telescopios del mundo: el Gemini North, de 8 metros, y el telescopio de 10 metros Keck I, ambos en la cima del volcán Mauna Kea, Hawaii. Lo que ocurrió a continuación fue una auténtica sorpresa. Contrariamente a todas las experiencias anteriores con más de 100 GRBs, el espectro del Gemini no mostraba señales de gas denso y polvo que absorbiesen la luz del brillo remanente. Una traza de magnesio reveló que el estallido tuvo lugar hace más de 9400 millones de años -deducido del desplazamiento al rojo de la longitud de onda de la luz- y que el material de las proximidades era mucho más tenue que en todas las demás explosiones de rayos gamma detectadas. Para precisar exactamente qué tipo de ambiente generaría tal explosión, el grupo de investigadores obtuvo imágenes desde el Keck de la localización de GRB 070125 mucho tiempo después de que la luz se desvaneciese definitivamente. Las imágenes resultantes no mostraban ninguna galaxia en el lugar, algo realmente asombroso ya que el Keck hubiese sido capaz de capturar la imagen de una galaxia a esa distancia aunque fuese débil y de escaso tamaño.
Sin tiempo suficiente para viajar tanto en su vida hacia el espacio intergaláctico, el punto clave es el modo en que pudo nacer allí mismo, si la formación de estrellas masivas requiere una gran acumulación de polvo y gas presente de modo habitual en las galaxias brillantes.
Es posible, sin embargo, que la estrella se formara en el extrarradio de alguna galaxia en interacción con otra, como se observa claramente en la famosa fotografía del Hubble de la galaxia Tadpole o en UGC 10214. En el universo local en torno a un 1% de la formación estelar ocurre en colas mareales, es decir, en los suburbios exteriores de dos galaxias que sufren algún tipo de colisión, así que en realidad tiene sentido hallar uno de cada cien GRBs en tales ambientes.
Si esta idea es correcta, tal vez sea posible detectar la "cola de marea" que albergó la explosión a partir de una exposición prolongada del Telescopio Espacial Hubble. Éste será el siguiente paso en la investigación de un fenómeno que ha dejado perplejos a los astrónomos.
ARTÍCULO ORIGINAL NASA Robert Naeye
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